Hace cinco años escribía una entrada acerca del nuevo móvil que me acababa de comprar: era un Nokia E65, que sustituía al Siemens C35 que había usado durante seis años y que ya no podía con su alma. Para mantener el mismo ritmo en cuanto a cambiar de móvil, debería seguir usando el E65 un año más, pero la realidad es que desde que llegué a Alemania apenas lo uso, ya que no está liberado y lo sustituí por un dumbphone para poder tener un número alemán. Además, aunque el E65 ya tenía WiFi y navegador de Internet, la edad no perdona y ya tiene algunos achaques que lo hacen bastante poco práctico:
- La batería pasa aleatoriamente y de golpe de estar llena a casi vacía
- El navegador es incompatible con cualquier cosa que no sea HTML sencillo
- No se conecta a redes WiFi desconocidas porque la lista de las conocidas es demasiado grande. En ese sentido, es segurísimo :D
- No hay memoria suficiente para cargar la lista de redes y borrar alguna
- Las aplicaciones tardan tanto en cargar que es como si no tuviera
El Samsung es insuperable como despertador: ruidoso y resistente a golpes :D
Dado que poco a poco el teléfono iba pasando de ser semi-smart a dumb, estas Navidades he decidido comprarme por fin un móvil contemporáneo. Tras mucho dudar, al final he elegido el Samsung Galaxy S3 con LTE. Libre, se entiende. La pregunta inmediata puede ser, ¿por qué no un iPhone? La respuesta es sencilla: es más caro, recibe peores valoraciones en todas las comparativas que he visto, no me gusta iTunes y los mapas me importan mucho ;-) A raíz de eso, en el departamento ahora me llaman Androidsky :D De momento estoy contento con el nuevo móvil, aunque todavía estoy descubriendo todo lo que puede hacer.
La pantalla es impresionante: los videos en HD parecen más HD vistos en el móvil :P
Lo de LTE es relativo, ya que por ahora las tarifas de datos 4G en Alemania son prohibitivas, asi que de momento no tengo pensado contratarlo. La verdad es que ya estaría contento con tener 3G, pero la operadora con la que estaba no quería mi dinero. Tenía prepago y quería cambiar a contrato con datos. Pues no, no se podía sin cambiar de número. Una semana de rifirrafe con el soporte. Que no. Que imposible. Pero si me iba a otra compañía, podía quedarme el numero sin problema. Pues nada, me fui :D Eso si, mientras que para el mismo tramite con el numero español han sido seis días, aquí están siendo tres semanas.
Aparte de llamarme Androidsky, también me toman el pelo con este cómic
Mi plan es mantener los mismos números que hasta ahora y cambiar de SIM al cambiar de país. Eso sí, aún no se como será el lío que se va a hacer WhatsApp cuando cambie de SIM como quien cambia de chaqueta, pero de momento ya estoy localizable en ese famoso colador de agujeros de seguridad y privacidad bajo mi numero alemán :P Aparte de estar más conectado, una de las cosas que más me interesa es la interacción con el entorno, ya que es uno de los temas de investigación candentes aquí en la universidad: desde encontrar el camino más corto hasta realidad aumentada, pasando por saber donde estoy.
El frío ya no es problema con estos guantes capacitivos que me regaló @_lolole :)
La entrada que escribí hace cinco años es una de las más comentadas del blog. A raíz de aquel cambio de móvil, un anónimo puso una serie de mensajes muy interesantes, en los que me recomendaba dedicar mi tiempo a otras cosas y no a la tecnología. Decía "apuntate a un gimnasio, haz algo de deporte, tomate unas copas de vez en cuando [...]. Al fin y al cabo, la carrera y las chucherias electronicas como estas no son nada en la vida." Aquel anónimo tenía razón entonces y cinco años después la sigue teniendo. Recordando esos mensajes, estuve a punto de no comprar el móvil. No se si he hecho bien.