Vortex
Ya han pasado cuatro semanas desde que puse la última entrada. Entre tanto ya no estoy en Darmstadt, sino en Kaiserslautern, como de costumbre en Agosto. Sin embargo, todavía no he terminado los exámenes: al igual que en el primer semestre, se extienden a lo largo de varios meses. Por suerte ya sólo me queda uno escrito, que en principio será a finales de la semana que viene. El anterior fue el 9 de Agosto, por lo que he aprovechado el hueco entre exámenes para pasar unas semanas con mis padres y mi familia alemana. Eso si, tengo que estudiar todo lo posibe, ya que el próximo examen también parece ser el más dificil :(
En la torre estudio con vistas al bosque
La verdad es que salir de Darmstadt ha sido un alivio: supongo que me estaba afectando estar tanto tiempo encerrado estudiando. En las últimas semanas incluso me asusté debido a mis estados de ánimo, que siguen cambiando a menudo, tal y como escribía hace algunos meses. Intentando buscar una imagen que explicara la situación, al final me decanté por un vórtice. Un pequeño detalle insignificante conduce mi estado de ánimo al borde del vórtice y, como una reacción en cadena, queda atrapado en él. Girando cada vez más rápido se adentra en las oscuras profundidades del vórtice, perdiendo toda orientación y perspectiva.
Los vórtices son como trampas (Enlace foto)
En ese momento, parece que no hay salida. Cada pensamiento lleva al siguiente, que es aún peor. Por suerte, al cabo de un rato, se pasa: el vórtice desaparece y el mar vuelve a estar tranquilo :) Eso si, después de un tiempo, la situación se repite. Una y otra vez, hasta que al fin me fui de Darmstadt. Ahora han aparecido otras circunstancias menos egocéntricas que hacen parecer los vórtices un juego inofensivo: como siempre, supongo que es una cuestión de perspectiva. Hace poco leía acerca de la percepción, que a veces puede ser el problema de distinguir entre realidad e imaginación.